Este pasado miércoles 1 de marzo, fue Miércoles de Ceniza, el inicio de la Cuaresma. Y luego de salir de clases, dejamos las cosas en casa y fuimos a nuestra iglesia a la paraliturgia (no era misa porque no hubo consagración) en donde nos impusieron las cenizas.
La nota graciosa tenía que ser de mi parte, obviamente. Esperando en la fila, le digo a Sofía:
– Sabes qué responder cuando el padre te marque con cenizas?
– Si mamá
Pasa Sofía, Maia delante de mi y cuando el padre me impone las cenizas con el «arrepiéntete y cree en el Evangelio», en vez de «amén» le solté un «gracias»
TOING.
