Día 15, Compras navideñas

De las compras navideñas en general, ya pasaron las de decoración y los regalos. Ahora me tengo que ocupar de la comida.

Será pavo. Pavo navideño. Y la primera vez en mi vida que lo prepararé.

En Argentina no es común, solo algo exótico. Y aquí en México no había tenido la oportunidad, pero creo que esta Navidad, se me cumple la oportunidad.

Así que aquí les dejo la receta que usaré. Es la más adecuada para nuestras necesidades. Espero les sirva!

Receta Pavo al horno

– 1 pavo de unos 8 Kg.
– 10 dientes de ajo
– 75 gr. de pimentón agridulce (dulce o picante, según gustos)
– 100 ml. de salsa de soja
– 100 ml. de vinagre tinto
– 100 ml. de agua
– 1 lata de melocotones en almíbar (solo utilizaremos el almíbar)
– Pimienta negra
– Comino molido
– Orégano molido
– Sal

Para cocinar el pavo al horno, lavamos bien el pavo y lo ponemos en una fuente. Le separamos la piel de la carne sin llegar a romperla, y le repartimos por debajo de la piel y por dentro del pavo, el ajo machacado con el orégano (puedes hacer un machado en el mortero o utilizar ajo en polvo).

Aparte, en un recipiente grande y hondo, echamos el pimentón, el vinagre, la salsa de soja, la sal, la pimienta, el comino, el agua y el almíbar; y lo mezclamos todo muy bien. Sumergimos el pavo en la mezcla, y lo dejamos macerar un mínimo de 5 horas (cuanto más tiempo, mejor), dándole la vuelta de vez en cuando para que se tomen bien todas las partes del pavo. De esta forma, el pavo al horno quedará más jugoso y sabroso.

Una vez macerado, metemos el pavo en el horno en un recipiente adecuado y tapado con papel de aluminio, a unos 200ºC, durante 1 hora y media. Transcurrido ese tiempo, retiramos el papel de aluminio y lo dejamos en el horno a 170ºC hasta que la piel esté bien dorada (conviene estar atentos en esta fase, para que no se nos pase el tiempo).

Cuando creamos que ya está hecho el pavo al horno, pinchamos la carne del pavo con una aguja por la parte más gordita, y si no sale líquido, o sale transparente, el pavo estará cocido por dentro. Ya sólo queda presentarlo con o sin condimento, llevarlo a la mesa, y disfrutarlo.