Y ese, fue todo el título que pude escribir.
Estoy en shock.
Desde el año pasado, cuando empezó su quinto semestre de Preparatoria (para los que están afuera, los 3 últimos años antes de la Universidad, aquí en México se llama Preparatoria y son 6 semestres) varias universidades comenzaron a llegar a la Prepa de Sofía con su oferta académica.
Las ofertas en Cancún
4 instituciones llamaron la atención de Sofía. Las 2 principales, son impagables para nosotros. O, al menos, tendríamos que hacer demasiados ajustes familiares. Le ofrecían un «préstamo estudiantil» que debía regresar al final de la carrera para poder titularse. Y la titulación está arriba de los 4,500 dólares. De hecho, 1 de esas 2 se llevó al salón de Sofía todo el día para que vieran la universidad y regresó entre entusiasmada y contrariada, porque medio que tenía su corazoncito medio comprometido con otro instituto, donde ya había ido a 2 clases abiertas.
Hablando de ese tercer lugar, Sofía pidió informes formales en octubre. Le contestaron hasta mitad de enero. Obviamente, les dijo que ya estaba comprometida con otra institución. No sé como desatienden a futuros ingresos de esa manera.
El último lugar, fue otra universidad en donde los atendieron sin mucho entusiasmo y tampoco encontramos buenas referencias en la web. Así que de inmediato se descartó.
La oferta foránea
Pero también, tenía ofrecimiento de una universidad fuera de nuestro Estado. Más precisamente, en el Estado vecino, Yucatán.
Y hacia allá partimos el 16 de diciembre. Pasamos por las niñas a sus centros educativos y salimos a la carretera. Una Universidad nos estaba esperando para recorrerla, mostrarnos su plan de estudios, y su matrícula.
Todo fue espectacular. Era el mismo promotor que había estado en la Preparatoria de Sofía, nos presentó todo al detalle y le hizo una oferta casi imposible de rechazar. Y no nos quedaron dudas. ¿Sofía? se la notaba muy emocionada al recorrerla. Y estaba claro: Esa era su futura Universidad.
A mitad de Enero quedó inscripta y eso ya es un hecho. Ahora, estamos acondicionando la casa de la familia en donde vivirá por 4 años.
Escribo todo esto y no sé cómo alcancé a hacerlo. Esta es nuestra realidad hoy en día. Sofía se irá a la Universidad, será en otro Estado y aunque puedo ir a verla cada fin de semana, no será lo mismo.
Porque no lo será.
No sé cómo llegamos a esto. Pero cada vez, estamos más cerca del día «D».
