El Domingo 30 de diciembre, Sofia abre los ojos luego de dormir 10 horas sin despertar. Busca mi mirada y le preguntó si descanso bien. Me responde que si.
Le pregunto si quiere ir a pasear con mama o quedarse en la cama y muy somnolienta me responde «aqui» tocando su almohada. «Y tu ahi», señalando la mia. Asi que nos quedamos un rato mas en la cama, mirando tele tranquilamente.
Por la tarde, jugando, le digo «eres mi bella bebe» y muy seria me mira diciendo: «yo no bebe, yo SOFIA», dejandome boquiabierta… solo atiné a pedirle disculpas y a reconocerle que si, que ella ya no era bebe… mal que me pese…
Anoche salgo del trabajo directo a recogerla de su guarderia. Sale muy tranquila (y abrigada) y le ofrezco su jugo. Cruzamos la calle y me surge una necesidad de cargarla, de sentirla muy mia y le digo si quiere que la cargue. «No mama, quiero caminar, asi» y sigue caminando, muy tomada de mi mano.
Se me hace un nudo en la garganta, pero cambio de tema y hablamos de su dia en el kinder. Sofia cada vez cuenta mas cosas (no dudo que alguna inventada) y demuestra expresarse muy bien.
Llegando a casa, antes de dormir, Sofia tiene ese momento de «lucha interna» por mantenerse despierta, pero el cansancio va ganado la batalla… en ese momento, se acuesta sobre mi (aplastándome), me abraza y comienza a decir «mi mama» a lo cual yo respondo «mi bebe«. Y asi un rato largo hasta que se duerme… respira tranquila sobre mi pecho, totalmente entregada… y yo me pregunto si para todos los padres del mundo sus hijos han llegado como una bendicion a sus vidas, tal como lo hizo Sofia en la mia…
La ultima fue esta mañana, hace un rato… Sofia juega, rie, pasea a su bebe en la carriola, sube a la cama, se arroja sobre su pobre madre (o sea, yo) y me larga un
SOY FELIZZZZZZZZZZZZZ
Y me rio con ella, por su ocurrencia y por su forma de expresarlo…
Si Sofia… me consta que eres feliz… porque yo lo soy… y te lo trasmito cada dia…
