Maternidad: pasado, presente… futuro?

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Ya lo dije más de una vez: soy modelo 1976 y desde ahí a la fecha, veo que el mundo cambió vertiginosamente. Y si yo vi este tipo de cambios en 35 años, no se que llegarán a ver mis hijas de aquí y durante los próximos 30 años.

Cuando yo era chica, las TV eran en blanco y negro. Y olvídate de control remoto: no, los canales (4 y si llovía, se veía el 2, que transmitía desde La Plata) se cambiaban del mismo televisor, de la ruedita.

Teléfono tenían pocas casas. Más adelante se empezaría a popularizar, y a llegar las TV a color, más económicas y fabricadas en serie. Pero por unos cuantos años más, continuarían pesando una tonelada.

¿Computadoras? No, eso sería hasta mi adolescencia y no antes. Y los celulares, se empezaron a ver cuando estaba terminando la secundaria.

Era común ir al Correo a llevar alguna carta o recibirlas en tu casa. Telegramas si se usaban aunque eran menos habituales.

Yo podía ir y meterme en las casas de mis vecinitas sin temor a encontrar ningún «ser oscuro» dentro. Hacíamos pastelitos y muñecos de barro. Y si me tocaba enfermarme y visitar al Doctor, éste siempre nos daba un diagnostico correcto y no se escudaba ante el simple y demasiado abarcativo diagnóstico de «es un virus».

Por supuesto que la maternidad en si jamás me llamó la atención. Las familias tenían un papá, una mamá e hijitos. La señoras embarazadas tenían bebés tarde o temprano y las pocas que recuerdo, no tenían necesidad de taparse al dar el pecho.

Los bebés iban en sus carriolas o en brazos de sus mamás. Se usaban pañales de tela, porque los recién fabricados desechables eran carísimos. Ni hablar de rebozos o similares. De eso no hubo en Argentina, hasta hace poco tiempo. Lo mismo que la lactancia, no se la ensalzaba tanto, ni siquiera, había demasiada promoción cuando estuve embarazada entre el 2004 y 2005.

Por esto, cuando me preguntaron si le daría el pecho a Sofía, dije «si, por qué no?». Pero con cero asesoramiento y como Sofía a la semana no había recuperado el peso del nacimiento, incluso, había bajado más aún, me enviaron fórmula y como la OMS publicaría las nuevas tablas de crecimiento hasta el 2007, no sabía que ese bajón estaba dentro de lo normal.

Pero al igual que hoy en día, no son muchos los pediatras que valoran a la lactancia materna «tome señora, esto es fórmula, compre un biberón, bye». Y así van por la vida, arruinando posibles lactancias maternas exitosas.

De hecho, ¿saben qué? hasta me animaría a decir que a la maternidad aún hoy en día no se le da el valor real que tiene, no se cuida a las madres, no se cuida el embarazo, no se les proporciona un parto respetado. No, todas al paritorio, y una detrás de otra, «vamos, puje, no grite, puje».

Cuando mi obstetra -ya viviendo en México- me dijo que en una noche, podía llegar a hacer hasta 12 cesáreas en el hospital público en donde trabajaba, me dio espanto por todas esas mamás que no tenían mi misma oportunidad, de recibir un trato individual, personalizado, respetado y amoroso.

Y las dudas!!! Mi mamá le preguntaba a la madrina de mi hermano, quien era pediatra. O entre madres en la escuela. O entre familiares. Hoy en día tenemos otras herramientas para difundir información o consultarla.

Tenemos muchas redes para contactarnos con otras madres, leer sus experiencias, ver que otras tienen nuestros mismo problemas… ver que no estamos solas en este mundo loco.

¿Qué sería de mi, como madre, de no tener esas redes?. No sería la misma, evidentemente. Así que estoy mucho más que dispuesta a continuar recibiendo las bondades de estos avances tecnológicos, que me permite estar en contacto con otras mamás.

Soy Viviana, mami de Sofia y de Maia. Dueñas las 3 de F, nuestro amor y rey de la casa. Doula, Social Media Mom & WAHM. Este blog está online de manera ininterrumpida desde 2005.

Discussion11 comentarios

  1. Guau, q lindo !

    Yo pienso igual que vos… yo pude parir en un sanatorio privado -la suizo argentina- solo xq la prepaga de mi esposo la tenía en su momento. Pero por mi misma, no la hubiera podido pagar jamas

    Y si bien no tuve maltrato, tuvo un trato cordial rallando en lo frio… nada amoroso, cero contencion.

    Y tambien creo que a la maternidad no se le da la importancia que tiene…

    Delire, perdon, besos, me encanto el post!

  2. hola!

    es la primera vez q te leo, me encantó tu blog visualmente. voy a leer los otros post recientes, xq veo q escribis desde hace mucho!

    yo tbn tuve una infancia parecida a la q describis al principio. habia mucha tranquilidad y las necesidades no se notaban tanto….

    felicidades x el blog, chau!

  3. Yo también soy del 76 así que nuestra infancia fue muy parecida, mi Max nació en el 2007…las charlas de preparto fueron muy divertidas xq casi todas eramos primerizas y si bien el parto fue facilisimo y super rápido a la media hora la enfermera me estaba diciendo que me levantaran y me encargara del bebe porque como era de madrugada no tenían el personal suficiente..y a las siete de la tarde me dijeron que tenia que abandonar la habitación del sanatorio..días despues me entere que mi obra social me cubría tres días en la maternidad… Una, muchas veces, apabullada por la situación en la que se encuentra no se anima a reclamar lo que nos corresponde y terminamos pasandola mal en el momento más feliz de nuestra vida

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