Tu pequeño ya ha cumplido su primer año de vida. Ya no es aquel recién nacido indefenso ante un mundo nuevo y a menudo inhóspito para él, aunque todavía será incapaz de desenvolverse sin ayuda. A sus pies se ofrecen ahora doce meses en los que seguir avanzando en la aventura de aprender a vivir; aprenderá a andar, a hablar, a relacionarse con las personas de su entorno, a amar…Se iniciará para él una época que en unos momentos será grata y en otros frustrante, jalonada de éxitos y de pequeños fracasos. Será tu misión y la de papá alentarlo a seguir adelante, ofrecerle la mano cuando necesite ayuda y caminar junto a él en la apasionante aventura que será el crecer.
Ya come de todo
Una vez que haya finalizado la ablactación, cerca del primer año de vida de tu pequeño, se puede decir que el pequeño ya come de todo y que puede entrar a formar parte del mundo de la alimentación de los adultos con todos los honores, aunque siempre debes tener los cuidados nutricionales correspondientes a su edad. Por ello, debes cuidar que su alimentación sea completa y que le garantice un aporte adecuado de vitaminas, sales minerales, carbohidratos complejos, proteínas y grasas.
Conoce algunos consejos:
• Las verduras y las frutas frescas no deben faltar en la dieta del pequeño.
• Debes dar preferencia a los carbohidratos complejos: pan, arroz, pasta, cereal de avena y papas.
• El pequeño debe consumir proteínas, al menos, una vez al día.- carne, pescado y huevo (no más de dos veces a la semana), queso y legumbres.
• Debes limitar los azúcares y las grasas animales.
• A partir del año, las leches de continuación dejan paso a las de crecimiento para pequeños de entre 1 y 3 años.
